La noche del 5 de Enero Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente recorren el mundo repartiendo ilusión y haciendo realidad los sueños de los más pequeños. La mañana del 6 de Enero, en algún hogar, alguien exclama: ¡Le han dejado una muñeca a mi hijo!
Cada 6 de Enero se abre un viejo, pero no por ello superado, debate: ¿Hay juegos de niños y juegos de niñas?
En plena época de la igualdad, en la cual desde todos los ámbitos e instituciones tratan de combatir y erradicar la discriminación por género, lamentablemente todavia hay gente que cree que la respuesta a esta pregunta es un rotundo: SI.
Todos conocemos la importancia del juego para el desarrollo de los niños. Ya Aristóteles hablaba de su utilización desde el punto de vista educativo. Hoy sabemos que resulta necesario para su desarrollo psicomotriz, cognitivo y afectivo-social. Incluso se llega a decir que el niño que no juega es un niño enfermo. El juego en si es, por tanto, lo esencial. Los juguetes desempeñan una función de apoyo, porque en el juego, y en especial en el juego simbólico, se convierten en simbolos de otras cosas. En el juego el niño expresa su creatividad, se siente libre para conocer el mundo, para experimentar con él sin las barreras, que debido a su natural inmadurez, le impone el mundo real.
Las muñecas son uno de los juguetes más antiguos en la historia de la humanidad. Han sido siempre un elemento importante en los juegos de los niños, y sobre todo de las niñas, y han contribuido notablemente a la socialización de estas como amas de casa y como madres. En una sociedad donde ambos asuntos también eran cosas de mujeres, resultaba evidente denominar a las muñecas juego de niñas. ¿Pero que sucede hoy en día? ¿Nos identificamos con ese modelo de sociedad? Yo diría que NO. Muy al contrario, la sociedad actual valora positivamente a los hombres que se involucran en el cuidado de la casa y de los hijos. Pero, a veces, olvida que estos hombres antes necesariamente deben ser niños a los que dejar jugar con cocinitas y con muñecas sin prejuicio alguno.
Desterremos de una vez por todas y para siempre los prejuicios que encasillan el juego infantil. Puesto que el juego desempeña un papel tan importante y necesario en el desarrollo sirvámonos de él para educar, para educar en la igualdad.
Lo que daría por conservar alguno de esos muñecos que tanto jugué. Tonto de mi, los tiré en plena adolescencia. En fin me quedo con el recerdo, que ya es mucho.
ResponderEliminarhttp://anem-gambatte.blogspot.com/
De pequeño siempre quise tener una cocinita igual a la que tenía una prima mía. Mis padres nunca me la compraron por que decían que era de niña.
ResponderEliminarAunque aun existen barreras cada vez es menor y los padres deben ser los primeros en tratar de derribarlas.
Últimamente yo he estado pensando mucho en esto, con eso de las fiestas navideñas y los regalos, y llegué a la conclusión que el tema importante no es si hay juguetes de niñas y de niños, esto ya debería estar superado, lo importante es diferenciar los juguetes de los que no deberían serlo. Es decir, veo que la gente está más preocupada por diferencias juguetes para niños y para niñas y no diferencian en juguetes y no juguetes.
ResponderEliminar-Una pistola ¿es un juguete para niña o para niño?
Una pistola NO ES UN JUGUETE, ¡para nadie! "juguetes recomendados o seguros" debería ser una etiqueta que signifique algo más que "el juguete no contiene piezas pequeñas"
-Una fregona con su cubo y un trapo para limpiar el polvo ¿juguete de niño o de niña?
NO ES UN JUGUETE para nadie, un niño / a de tres años no tiene que aprender a limpiar.
-Una muñeca sí es un juguete, pero una muñeca que hace más cosas que el niño/a que está jugando con ella ¡no es juguete! es un aprendizaje para ser mamá/papá, yo no le voy a enseñar a mi hijo/a a ser papá / mamá a los tres años de edad. Son tan realistas que no desarrollan la imaginación del niño/a.
Por favor, diferenciemos los juguetes de los que son algo más que simples juguetes.